La putrefacción de raíces es una enfermedad que afecta al sistema radicular de las plantas, llevándolas literalmente a pudrirse. Este problema compromete la capacidad de las raíces para sostener las partes aéreas de la planta, causando un rápido deterioro del tallo y las hojas.

Síntomas de la putrefacción de raíces

Los síntomas pueden variar, pero los más comunes son:

• Marchitez progresiva de la planta.
• Aparición de manchas marrones en las hojas.
• Áreas podridas en el tallo.
• Un olor característico a descomposición proveniente del sustrato o de la planta misma.
• Crecimiento lento, débil y no vigoroso.
• Hojas amarillentas, sin el verde intenso característico.

A menudo, los primeros signos del problema se manifiestan directamente en las raíces. Un sistema radicular sano es fuerte, vigoroso y de color claro (especialmente en las raíces jóvenes). En cambio, las raíces enfermas son oscuras, carecen de nuevo crecimiento y tienen mal olor. Sin embargo, los maceteros comunes no permiten observar fácilmente las raíces, a menos que se trasplante la planta.

Tratamiento: ¿Se puede salvar la planta?

Cuando los síntomas se hacen evidentes, a menudo es demasiado tarde para salvar la planta. En algunos casos, se pueden usar productos químicos para intentar detener el avance de la enfermedad, pero no se garantiza el éxito. Por eso, es fundamental centrarse en la prevención, que es mucho más efectiva y sencilla que la cura.

Causas principales de la putrefacción de raíces

En los hogares, la causa más común de la putrefacción de raíces es el exceso de agua. A menudo somos nosotros mismos los que creamos las condiciones adecuadas para esta enfermedad, sin tener en cuenta los factores que afectan el equilibrio agua/raíz.

Estos factores incluyen:

• Cantidad y frecuencia del riego: Regar demasiado seguido o con exceso de agua puede ser fatal.
• Tipo de maceta:
  • Las macetas anchas y bajas favorecen la aireación del sustrato.
  • Las macetas altas y estrechas ralentizan el secado.
  • Las macetas transparentes, ideales para plantas como orquídeas, anthurium, philodendron y monstera, permiten monitorear las raíces y favorecen un secado más rápido.
  • Una maceta demasiado grande aumenta el riesgo de retención prolongada de agua.
• Uso de platos de drenaje: Si se dejan llenos de agua, pueden mantener el sustrato saturado durante demasiado tiempo.
• Composición del sustrato: Un sustrato no drenante o inadecuado aumenta el riesgo de putrefacción. Cada planta tiene necesidades específicas dependiendo de su especie, estación y entorno.

Prevención: cómo evitar la putrefacción de raíces

Para prevenir la putrefacción de raíces, es esencial:

• Conocer las necesidades de la planta: Infórmate sobre los requisitos de agua y el tipo de sustrato más adecuado.
• Elegir la maceta correcta: Opta por una maceta del tamaño adecuado, con orificios de drenaje y, si es posible, con pequeños pies para favorecer el drenaje del agua.
• Usar un sustrato drenante: Prefiere mezclas bien aireadas, especialmente para plantas tropicales como orquídeas y monstera.
• Evitar el estancamiento del agua: Revisa regularmente el plato de drenaje y vacíalo si es necesario.
• Moderar el riego: Asegúrate de que el sustrato esté seco al tacto antes de regar nuevamente.

Conclusiones

La putrefacción de raíces es una enfermedad que a menudo se puede evitar con un cuidado adecuado de las plantas. Prevenir es siempre mejor que curar: prestando atención a las necesidades específicas de la planta, al tipo de maceta y al sustrato utilizado, podemos reducir drásticamente el riesgo de putrefacción y mantener nuestras plantas saludables y fuertes a lo largo del tiempo.